Hace unas semanas, los medios de comunicación emitieron una alerta por fuertes lluvias en el Caribe colombiano. En los titulares podían leerse varios avisos sobre la tormenta tropical Sara, que, según los medios, se intensificaría en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Al tiempo, también se formó la tormenta tropical Rafael, antes conocida como la depresión tropical 18. Sara, Rafael, Milton, Beryl: todos son huracanes o tormentas en el Atlántico; y la lista continúa.
A lo largo de los años, los ciclones tropicales han sido bautizados con nombres de personas. Actualmente, estamos acostumbrados a escucharlos por todas partes, pero esta es una práctica que plantea algunas incógnitas. ¿Por qué sucede? ¿Cuáles son sus orígenes? Para responder esas preguntas, tenemos que remontarnos tiempo atrás.
La historia inicia a finales del siglo XIX con Clement Lindley Wragge, un meteorólogo británico. Wragge es acreditado como la primera persona en nombrar ciclones tropicales y sistemas de baja presión. Se cree que inició utilizando el alfabeto griego y que posteriormente comenzó a emplear nombres de dioses de la mitología griega y romana, de mujeres y de políticos que conoció (Adamson, 2006). Si lo describimos de manera metafórica, podemos afirmar que Wragge fue pionero en convertir a las tormentas y huracanes en personas. Sin embargo, fallecido en 1922, su sistema cayó en el olvido.
Más de dos décadas después, durante la Segunda Guerra Mundial, se volvió a extender el uso de nombres de mujeres para tormentas tropicales. Todo parece apuntar a que fue el escritor George Stewart quien inicialmente retomó la práctica de Wragge. En su novela Storm de 1941, tomó los nombres de sus novias para nombrar huracanes, una práctica acogida por meteorólogos de la Armada de los Estados Unidos de América. Así, durante varios años, las tormentas y los huracanes tuvieron nombres femeninos.
La práctica de utilizar nombres de mujeres cesó en 1978, cuando el Servicio Meteorológico de Estados Unidos y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) incluyeron nombres de hombres. Esto también se debió a algunas protestas de activistas por los derechos de la mujer, para quienes evidentemente existía sexismo en la manera de nombrar ciclones tropicales (Jorge, 2017). Hoy en día, un comité de la OMM es el encargado de crear las listas de nombres para tormentas y huracanes, que alternan cada año.
Desde un meteorólogo excéntrico hasta una lucha por los derechos de las mujeres, la historia de los nombres de los ciclones tropicales sorprende. Son pocas las veces en las que hay respuesta a preguntas sobre el universo, pero cuando las hay, no dejan de ser intrigantes para todos. Ahora tal vez conoces algo que no te habías animado a investigar. Pero de eso se trata la ciencia: de buscar y encontrar.
Webgrafía: Adamson, P. (2006). Clement Lindley Wragge and the naming of weather disturbances. Weather, 58, 359-363. https://doi.org/10.1256/wea.13.03 Tropical cyclone naming history and retired names. (s.f). Noaa.gov. Recuperado el 21 de noviembre de 2024, de https://www.nhc.noaa.gov/aboutnames_history.shtml Jorge, M. (8 de septiembre de 2017). Venganza y sexismo: la sorprendente historia de por qué los huracanes llevan nombres de personas. Gizmodo. Recuperado el 21 de noviembre de 2024, de https://es.gizmodo.com/la-sorprendente-historia-de-por-que-los-huracanes-lleva-1802588582 |