Liliana Villegas nació en Medellín, pero reside en Barranquilla desde hace 30 años. Es psicóloga de profesión y posee un magíster en Psicología Clínica. En el 2010, inició su camino hacia la comprensión y el apoyo de la salud mental de niños, niñas y adolescentes.
Bajando por la calle 79, justo al lado del restaurante GAIA, se encuentra el Centro de Atención Psicoafectivo Fort-Da. Mientras espero en la recepción, repaso las preguntas que redacté para Liliana, quien me recibirá dentro de poco. La lluvia puede olerse desde el lugar en el que estoy sentada. Agradezco haber llegado antes de que empiece a llover.
Al cabo de un par de minutos, me recibe la psicóloga Villegas con una sonrisa. Nos presentamos y me invita a subir a su oficina. Su hija, con quien trabaja, llega después. Se siente un ambiente muy acogedor antes de empezar la entrevista. Pero para mayor comodidad, me guían hacia uno de los consultorios que utilizan para atender a los niños. Es como estar en una habitación: estoy rodeada por muebles y juguetes que pintan de felicidad el espacio.
Las tres procedemos a sentarnos para conversar un poco sobre la labor de Fort-Da y su historia.

Muchas gracias por recibirme hoy, Liliana. Espero que esta entrevista sea de mucho provecho.
El placer es nuestro. Cuando mi hija me comentó que querían hacer esta entrevista desde Combarranquilla, me emocioné.
Me alegra poder estar aquí. Para iniciar, me gustaría que nos cuente un poco sobre cómo surgió Fort-Da. ¿Cuál es la historia de este Centro?
Fort-Da es algo muy especial en mi vida, porque mi motivación para fundarlo fue mi hija. Hoy, ella tiene 25 años, pero a sus 5 años fue muy difícil darle la educación que merecía. Lastimosamente, muchos colegios no la recibieron porque no aprendía igual que los otros niños. Fue un recorrido bastante complicado. Neuropsicólogos, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales y otros especialistas la evaluaron aquí en Barranquilla, pero fue en Bogotá donde la diagnosticaron con discapacidad cognitiva.
Al tener esta situación con mi hija, me puse en la tarea de estudiar psicología a mis 40 años. En este momento, tengo 64. De mi deseo por seguir adelante, y como agradecimiento a la vida, nació Fort-Da hace 15 años. Monté todo un centro terapéutico gracias a mi hija. Y eventualmente Fort-Da fue creciendo de voz a voz, con personas que veían el progreso de mi hija y de muchos niños que llegaron.
Qué bella motivación. Ahondando más en el papel de Fort-Da, ¿cuál es la filosofía detrás del trabajo aquí y cómo abordan los casos de los niños?
Fort-Da es una palabra creada por Sigmund Freud y nosotros la trabajamos desde el enfoque clínico. Fort-Da significa más allá del principio del placer. Más allá del principio del placer es un término que tiene que ver con el desprendimiento de la madre cuando se va y cuando vuelve. Es un juego que Freud determina como el desprendimiento y la angustia. Freud se dedicó a trabajar el inconsciente y eso es lo que queremos hacer acá: entrar un poquito al inconsciente de cada niño y padre.

En tu opinión, ¿cuál es el papel de los padres en el proceso terapéutico de los niños?
Soy consciente de que si los padres entienden los informes que entregamos, van a poder ejercer un mejor rol que el de un psicólogo. Los niños vienen a sus citas que duran aproximadamente 45 minutos, pero están con sus padres o cuidadores todos los días. (Hay excepciones, lastimosamente). Por eso, la educación en casa en temas de salud mental debe venir también de los padres.
Totalmente. Y hablando de ese panorama de salud mental, ¿qué opinas de la situación actual de ese concepto tan importante?
Es un tema que a mí me preocupa mucho. El mundo está cambiando y el inconsciente de los niños no es el mismo de hace 20 años. Hay un lenguaje totalmente diferente y el inconsciente se forma a través de un lenguaje. Todo lo que los padres y lo que la cultura dicen nos afecta. Y es demasiado vital saber cómo es la comunicación ahora con nuestros niños.
Otro aspecto que me preocupa es que los niños comienzan el jardín infantil a muy temprana edad y en este momento se está perdiendo el juego. A los niños de ahora no se les está permitiendo jugar.
Es muy interesante lo que dice. ¿Qué impacto tiene el juego en el desarrollo infantil?
Para mí, el juego es salud mental. Es una herramienta a través de la que se elabora el pensamiento de los niños. Por eso, las terapias en Fort-Da incluyen juegos. Utilizamos cuentos, juegos de mesa, rompecabezas y muchos otros. Eso nos ayuda más a conectar con ellos. A desarrollar la parte emocional.
Como profesional en la salud, me imagino que conoce muchos testimonios de vida. ¿Cuál es uno de los que atesora hoy en día?
El testimonio más lindo es el de mi hija, Sara. Al inicio, no la aceptaban en ningún colegio y me decían que con su diagnóstico nunca iba a aprender otro idioma. En este momento, Sara tiene 25 años. Vivió dos años en Francia y habla perfecto el francés. También, vivió en Nueva York reforzando su inglés. Ella estudió en Bogotá Industrias Creativas y tiene su propia empresa y ahora está trabajando en Fort-Da. Es un ejemplo a seguir.
Hubo una unión de terapeutas, padres y, eventualmente, un apoyo escolar. Después de algunos años, encontré un colegio en Barranquilla que me ayudó bastante en escolarizar a Sara. Se graduó con todos los honores y ahora maneja Fort-Da conmigo.

¿Qué consejo le darías a la sociedad para apoyar la salud mental de sus hijos?
El mensaje principal es que nos actualicemos y aprendamos de los niños y adolescentes. Cada época trae sus síntomas. Cuando, por ejemplo, se habla de suicidio, no se tiene en cuenta que es alguien que se queda sin palabras. Se queda sin relato.
El problema más notable ahora es que ya no miramos a los ojos, y una mirada siempre dice más que mil palabras. Por eso, mi recomendación más grande es que comencemos a mirar a nuestros niños a los ojos y que juguemos más con ellos. Lo mejor que los padres pueden hacer es estar con sus hijos, y en Fort-Da tienen un complemento que los puede ayudar en esa tarea.
De verdad agradezco mucho tu tiempo, Liliana. Fue una entrevista valiosa que seguro muchos apreciarán.
Gracias a ti por hacerme esta invitación. Fue una experiencia muy linda.