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La llegada de los quince años es un momento que llena de ilusión a muchas jóvenes. Despierta en ellas la emoción de poder celebrar un acontecimiento tan importante, que marca una nueva etapa en sus vidas. Actualmente, es una fecha que hace parte de la cultura latinoamericana y que socialmente se ha grabado en el imaginario colectivo como una tradición. La reconocida celebración involucra los preparativos de una fiesta ceremonial, con un protocolo detallado centrado en honrar a la quinceañera, quien se encuentra un paso más cerca de la adultez. Maquillajes elaborados, vestidos pomposos y adornos de ensueño son algunas de las características infaltables de un quinceañero. Pero este ha continuado en reinvención con el paso de los años, gracias a nuevas ofertas igual de llamativas que transforman la carga simbólica que lleva consigo.

Quinceañero en salon Combarranquilla.
Foto: Combarranquilla

Una de las opciones más sonadas entre las quinceañeras para conmemorar su día es poder realizar un viaje todo incluido, con amigos o familiares, a diferentes partes del mundo. Esto, con el fin de cambiar de perspectiva, conocer nuevas culturas y profundizar vivencias. Muchas también ven esta oportunidad como una forma de fortalecer lazos familiares o de amistad, mientras comparten tiempo de calidad con sus allegados.

Tal como una fiesta tradicional, un viaje implica días, semanas e incluso meses de preparación, que se entremezclan con emociones de personas esperando vivir el tiempo de sus vidas. Valerie fue una de ellas, y rememora su experiencia como si fuera ayer. Al cumplir quince años, hizo realidad su sueño de celebrar a lo grande con Combarranquilla, dando un tour por San Andrés. Visitó destinos en los que pudo construir recuerdos inolvidables y duraderos, que ahora están enmarcados en fotos y en su memoria.

El día de su viaje, Valerie se levantó muy temprano para llegar al aeropuerto y empezar su aventura. “Tenía que estar en el aeropuerto a las 4 de la mañana”, relata. Si bien Valerie fue sin sus padres, nunca estuvo sola. “Cuando llegué al aeropuerto conocí a Mari, la chaperona que es de Barranquilla, y me ayudó mucho en todo lo que necesitaba”. Al emprender vuelo, se sintió muy feliz, con altas expectativas. De Barranquilla llegó a Bogotá para encontrarse con otros chaperones y quinceañeras que también iban a disfrutar del tour, y no faltaron los regalos de bienvenida: “Al llegar al punto de encuentro, nos entregaron unas camisas muy lindas que decían ‘Quinceañera’, con unas escarapelas para identificarnos”. Las quinceañeras ahora sí estaban totalmente listas para abordar el avión que las llevaría a San Andrés.

Vista desde el hotel Decameron Acuarium en San Andrés.
Foto: Valerie

Valerie y sus compañeras se alojaron en el hotel Decameron Acuarium, un lugar que les dio la bienvenida con atractivas vistas y acogedoras instalaciones. “Recuerdo que cuando llegamos, hicimos un recorrido por el hotel y me gustó mucho”, comenta Valerie con una sonrisa en su rostro. En el hotel, probaron platos exquisitos tipo buffet y se divirtieron en la piscina, mientras hablaban y reían con el sol en sus rostros.

Pero entre todas las actividades que hizo Valerie, hay una que destaca. “Lo que más me gustó de mi experiencia fue el día que conocimos Ibiza, que es una pequeña isla flotante en medio del mar; y a mí me encanta el mar, la playa, por lo que me sentí muy feliz de pasar el día allí”, menciona con sus ojos brillosos y un tono de voz lleno de felicidad. “Además, compartí con mis compañeras y ¡hasta vimos mantarrayas!”, añade entre risas.

En Ibiza, San Andrés.
Foto: Valerie

Si bien Valerie decidió tener un viaje como regalo de cumpleaños, esta no fue su idea inicial. “Como toda quinceañera, al principio tenía pensado hacer mi fiesta de quince años, con un vestido”. Sin embargo, sus padres, deseosos de que pudiera tener una experiencia única, le mostraron la opción del tour que ofrecía Combarranquilla. “Me llamó mucho la atención, porque era la primera vez que viajaría sola; sabía que iba a ser algo especial para vivir”, explica Valerie.

Gracias a sus padres, Valerie se enamoró de la visión de viajar y conocer otros lugares. Para saber un poco más acerca del plan, visitó las instalaciones de Combarranquilla, donde tuvo una asesoría personalizada y cercana que aclaró todas sus dudas y le hizo confirmar su decisión. “Combarranquilla fue un gran apoyo. Hubo una asesora que me atendió antes de adquirir el viaje y siempre estuvo pendiente de mí. Siempre me daba ánimos y me repetía que disfrutara mucho. Con ella mantuve un contacto directo y me escribía todos los días para saber cómo iba”.

Valerie, quinceañera

El acompañamiento de Combarranquilla a las quinceañeras fue continuo y responsable, con el fin de brindarles comodidad tanto a ellas como a sus padres. “Gracias a Combarranquilla por todo lo que me ofreció, y a mi madre por hablarme del tour, tengo esta experiencia que repetiría una y mil veces”, dice Valerie alegremente. En definitiva, un evento inolvidable que siempre atesorará.

Oportunidades como esta abren nuestro horizonte y dan esa pizca de entusiasmo que a veces necesitamos en la vida. Un viaje es un regalo extraordinario que se quedará contigo siempre. Por eso, anímate, quinceañera. ¡Hoy con Combarranquilla tú también puedes ser la protagonista!

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